El escándalo de Cambridge Analytica fue una de las últimas polémicas en las que se vieron envueltos la red social Facebook y su CEO Mark Zuckerberg.
¿Qúe es Cambridge Analytica?
Se trata de una empresa británica dedicada al análisis de datos la cual colaboró en diversas campañas políticas como la de Donald Trump en Estados Unidos y la del Brexit en Reino Unido.
¿Cómo conseguían estos datos?
Antes de 2014, Facebook permitía a aplicaciones con fines de investigación recopilar datos de usuarios que consintieran el acceso a la app. Estos datos, sólo podían utilizarse para la investigación, por lo que no podían ser vendidos ni utilizarse con fines comerciales. Esta recopilación de datos no afectaba únicamente al usuario en cuestión sino que también a la de sus amigos, aunque no hubiesen consentido.
El problema surge cuando Cambridge Analytica, a través de una aplicación de test de personalidad, pagó para que 270.000 usuarios realizaran el test, dando acceso además a los datos de todos sus amigos. Por tanto, el número de usuarios a cuyos datos accedieron fue mayor a esos 270.000 estimándose que accedieron a alrededor de 87 millones de usuarios.
¿A qué datos nos referimos?
Estamos hablando de publicaciones, cumpleaños, intereses, me gusta, fotografías, religión, estado sentimental, localización, etc. En resumen, todos aquellos datos que cualquier usuario podía colgar en la red social en cuestión.
Con este tipo de datos, se pueden crear patrones psicológicos, para ser utilizados posteriormente al servicio de campañas políticas.
Toda esta polémica hizo que Mark Zuckerberg acabara compareciendo ante el Congreso y el Senado de los Estados Unidos. Y es que, si algo dejó claro todo este asunto fue el descuido que Facebook había mostrado a la hora de ofrecer los datos que sus usuarios comparten diariamente en la red social.
Además, a raíz del escándalo de Cambridge Analytica se sumaron otras noticias que hicieron todavía más palpables estos descuidos en el ámbito de la privacidad.
Todos estos sucesos, provocaron un sentimiento global de rechazo hacia Facebook e incluso tuvo lugar un movimiento llamado #DeleteFacebook animando a los usuarios a eliminar sus cuentas.
Desde ese momento, la compañía no ha cesado en su trabajo por recuperar la confianza de los usuarios, centrándose sobretodo en la transparencia.
En un post anterior, os contábamos la renovación de la imagen de Facebook y su nuevo logotipo, en el cual se hacía una clara referencia a la pertenencia de Instagram y WhatsApp a la compañía.
Esta acción, también se trataba de mejorar la transparencia, ya que fue acompañada de la incorporación de la frase “From Facebook” en el inicio de la interfaz de estas dos otras aplicaciones, lo cual se realizó para que los usuarios supiesen qué empresas son propietarias de los productos que usan.
Pero Facebook no sólo cambió su logro y lo integró al resto de sus plataformas, sino que también tuvo lugar una renovación del propio sitio web de la compañía, añadiendo una nueva sección llamada “Transparencia de la página”. Con esta nueva medida, se trata de aumentar la responsabilidad y transparencia de las páginas, mostrando más información sobre ellas y las personas que las administran.
La idea principal de esta sección es que el usuario disponga de más información sobre las empresas que se anuncian en Facebook. Para ello, también cuenta con una sección llamada “Información y Anuncios”, en la que se puede ver el historial de los anuncios y la opción de denunciar un anuncio sospechoso o fraudulento.
Además, te dejamos aquí el último Reporte de Transparencia de Facebook de 2020:
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