En redes sociales todo es susceptible de comprarse; desde un comentario personalizado en Facebook a dislikes en YouTube o reseñas de 5 estrellas en Facebook.
Si hacemos una búsqueda rápida en Google con el término «comprar seguidores», encontramos dos tipos de contenido: artículos que condenan esta acción, y páginas en las que comprarlos.
Estos seguidores, reproducciones o estas interacciones no son de calidad, sin embargo existe cierta dificultad para detectar la falsedad.
La mayoría de estas inversiones duran un mes, en 30 días no queda rastro de la comunidad ficticia que creamos con la compra de seguidores. Sin embargo, la mayoría de los cuentas que utilizan Instagram como medio de trabajo emplean estás técnicas para hacer crecer su comunidad y ser más accesibles para las marcas.
Por este motivo, Twitter a tenido la necesidad de implantar nuevas normas de transparencia para restringir este tipo de acciones dentro de su comunidad. El trabajo que está llevando a cabo esta plataforma se enfoca en las diferentes formas de manipulación entre otras, el uso malicioso de la automatización.
Las políticas en este área se centran en el comportamiento y no en el contenido. Están diseñadas para abordar las tácticas de spam que podrían utilizar distintas personas o grupos con el fin de manipular las conversaciones o la información en Twitter.
La compañía también resalta que no todas las formas de automatización son violaciones de las reglas de Twitter. Les parece usos innovadores y creativos de la automatización para enriquecer la experiencia de Twitter, cuentas como @pentametron y @tinycarebot. También resaltan el uso beneficioso de esta automatización en casos como los servicios de atención al cliente.
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