En el post anterior “La gestión de la reputación en la era del algoritmo. Las fake news” analizábamos la situación de las fake news y cómo gestionar la reputación de una organización que se puede ver afectada por ellas. Pero, ¿qué hay de la reputación de los canales en los que se propaga esa información? ¿Cómo actúan o están actuando frente a esta situación?
En relación a la primera pregunta, si formas parte del S.XXI y convives en su ecosistema digital, la pérdida de la reputación de las redes sociales como "fuente" de información falsa es más que evidente. Pero si todavía tienes dudas, te recomendamos un documental en el que se expone a través de ex-empleados de las mismas, el importante papel que han jugado éstas en la propagación de fake news gracias a sus algoritmos: "El dilema de las redes sociales" de la plataforma Netflix.
Y esta no ha sido la única producción audiovisual o crítica social hacia las redes sociales.
Es por esto, que las propias plataformas, han tenido que ponerse las pilas en los últimos años para actualizar sus políticas y funciones, en un intento de pasar de ser parte del problema a formar parte de la solución.
Te traemos varios ejemplos:
Twitter comenzó a desarrollar recientemente una nueva función llamada “Birdwatch” en la que los usuarios puedan etiquetar los tuits cuyo contenido consideren engañoso, además de poder redactar en ellos notas sobre ese contenido, con el fin de promover una “discusión informada” al iniciar una conversación dentro de la red social.
Al parecer, esta herramienta se añadirá como una opción más del menú desplegable en el que se encuentra las opciones de silenciar, bloquear y denunciar.
Otra de las pretensiones de esta nueva función será que cuando los usuarios hagan clic en el icono de Birdwatch, serán remitidos a pantalla en la que se mostrará el historial de las notas que otros usuarios han redactado relacionadas con el tuit en cuestión.
En algunos países ya se han comenzado las pruebas de Birdwatch y este es el aspecto que tiene, mostrado en un tuit de la cuenta oficial de la comunidad de Twitter:
Por otro lado, tanto Facebook como Instagram, también están encargándose de contribuir a la corroboración de las informaciones que se vierten en ellas.
Una de las acciones que se han llevado a cabo para esto, es por ejemplo la alianza de Facebook con la Agencia de noticias France Press (entre otras), para comprobar la veracidad de las informaciones que se generen en la región, en base a nueve categorías: contenido falso, mixto, título falso, no aplicable, verdadero, opinión, sátira, fuente noticiosa bromista y sin clasificación.
En España, ya hemos podido ver como la red social, ha marcado contenidos como falsos:
Por su parte, Instagram, cuenta con una política para combatir la desinformación desde 2019, la cual consiste en que cuando uno de los verificadores externos califica una publicación como falsa se elimina tanto del navegador como de las etiquetas en las que se haya compartido.
Además, los usuarios pueden notificar una información falsa a través de un menú desplegable:
Commentaires