Si hay un elemento que actualmente genera confianza en una empresa, ese elemento es la transparencia empresarial. Para explicar qué es la transparencia en una empresa vamos a recurrir a la definición que la OCDE nos ofrece de transparencia:
«Es la posibilidad de que la información real de una empresa, gobierno u organización pueda ser consultada por los diferentes sujetos afectados por ella, de tal modo que estos pueden tomar decisiones con conocimiento de causa y sin asimetría de información».
Es decir, que toda información relativa a la empresa, en nuestro caso particular, debe estar disponible para su consulta, además, esta información deber ser veraz, relevante, útil, clara, verificable y, sobre todo, la empresa debe facilitarla de forma voluntaria, yendo más allá de lo que exige la normativa vigente al respecto.
La transparencia en las empresas la encontramos reflejada en la responsabilidad social corporativa (RSC), puesto que es donde se definen los compromisos adoptados voluntariamente por las empresas para mejorar la sociedad, la economía o el medioambiente.
Por lo tanto, la política de transparencia empresarial debe formar parte de la ética en la empresa, partiendo siempre desde la alta dirección de la empresa.
La transparencia en la empresa no es algo que exija la ley (salvo en la excepción de las subvenciones públicas), entonces ¿por qué es un elemento tan importante para la empresa?
La respuesta es que la honestidad y transparencia empresarial generan confianza entre los diferentes grupos de interés o stakeholder las empresas, es decir, entre los propios empleados, los clientes, los inversores, los proveedores, los socios y la propia sociedad en su conjunto.
Para implementar la transparencia empresarial, lo esencial es elaborar una estrategia razonable y medible de acciones y prácticas encaminadas al fin y que impliquen el compromiso de todos los miembros de la compañía.
Contar con una comunicación interna y externa coherentes, es decir, que la empresa debe suministrar la misma información y con el mismo nivel de exhaustividad tanto su plantilla, socios y accionistas como al resto de la sociedad, es una de las herramientas para empezar a implementar la transparencia en las empresas.
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